Déjame ser todo aquello que nos gustaría y que nos da miedo
vivir,
Déjame ser un cálido beso dado desde una esquina moribunda
en busca de eso que llaman amor.
Déjame vivir aquello que siempre hemos soñado…
El fin que nunca nos ha dado miedo recorrer,
Déjame ser el recuerdo de tus días, el abrazo de tus
atardeceres y la melancolía de tu anochecer.
Déjame perderme en la compañía de tu aroma a café, mirando
el cielo azul de tus ojos.
Déjame enamorarte cada verano y llorar en tus inviernos,
Déjame respirar en tu pulmón y que me sueltes como un
suspiro de pasión por tu garganta,
Déjame envejecer junto a tu cuerpo hasta velar el fuego de
un futuro eterno,
Déjame decirte las palabras que nunca pronuncié, los “te
quiero” que un día olvidé y el “lo siento” que me hizo ver que estaba a tus
pies.
Cómo explicarte que algún día seremos poesía y te regalaré
mi frase más bonita,
Déjame que sea agua…
De ese vaso que bebes cada día, porque así sentiré que siempre serás mía.